Hace unos meses, la revista Transporte Profesional, realizaba una entrevista a Juanfran y Miguel Ángel, socios y gerentes de Farcinox. Hoy en la nueva entrada de nuestro blog, vamos a recopilar algunos fragmentos y os los vamos a resumir.
Todo empezó en la ya extinta empresa Cisternas La Mancha, de Ciudad Real. Juanfran y Miguel Ángel comenzaron su andadura profesional en la misma como mozos de taller y aprendices. Allí estuvieron doce años hasta que la compañía se dividió en dos: Containers Cisternas La Mancha y Cooperativa Cisternas La Mancha; en esta última no les pareció adecuado continuar.
Encontraron una nave, en condiciones muy precarias, en la localidad conquense de Mota del Cuervo. La misma pertenecía a una constructora que se la alquiló a cambio de encargarse del mantenimiento de una planta de triturar piedra, arreglando las máquinas.
CISTERNAS DE HIERRO PARA EMPEZAR
Esa época coincidió con el auge de los depósitos de gasóleo para gasolineras y particulares, de forma que aprovecharon el momento y en tan solo dos años y con la colaboración de dos empleados fabricaron más de 700 depósitos, de 2.000 hasta 5.000 litros de capacidad. En el plano económico empezaron de menos cero; y consiguieron que les dieran el dinero del paro en un pago único que utilizaron para comprar las primeras máquinas
UNOS “DESCONOCIDOS” QUE SE HICIERON CONOCIDOS GRACIAS A DOS EMPRESAS DE TRANSPORTE QUE CONFIARON EN SU MANERA DE TRABAJAR
Evidentemente, tanto Juan Francisco Sanz como Miguel Ángel Muñoz eran personas conocidas por numerosos transportistas, por haber trabajado en Cisternas La Mancha, pero faltaba saber si como empresarios iban a responder al reto de fabricar un producto tan delicado y de tanto valor. Así que durante dos o tres años no confiaron en ellos. Entonces apareció Cisternas Agrupadas, una empresa de Tomelloso, y Travesa, de Campo de Criptana, quienes les ofrecieron comprar el material para que les fabricaran las cisternas, lo que además les servía para homologar los procesos de construcción. Y todo fue porque una persona llamada Moisés les vio trabajar, le hicieron una reparación y de alguna forma les recomendó. Sabían trabajar, pero tuvieron que demostrar las palabras con hechos.
PRIMERA CISTERNA
Era la más complicada y ellos la hicieron. Una cisterna para el transporte de “químicos” de 32.000 litros de capacidad y autoportante, que precisaba de múltiples procesos de homologación. A partir de las dos primeras unidades (corría el año 1995), los posibles clientes cambiaron de parecer, ya que vieron las diferencias y peculiaridades respecto a las unidades que se fabricaban en esos momentos y comenzaron a pedirles presupuestos.
EL CAMBIO NECESARIO PARA DIFERENCIARSE DEL RESTO
Miguel Ángel y Juanfran tuvieron que “personalizar” sus cisternas, hacerlas diferentes, incorporando nuevos elementos, como el armario posterior donde se aloja y protege la válvula de descarga. Nadie lo hacía y fueron pioneros, como en la incorporación del colector de descarga isotérmico, un diseño suyo, al igual que otros sistemas de utilidad que patentaron. En los cuatro años que estuvieron en Mota del Cuervo fabricaron 25 cisternas.
PRIMERA NAVE EN PEDRO MUÑOZ
Con estas primeras cisternas fabricadas, pudieron volver a su pueblo de origen, Pedro Muñoz y comprar una parcela de 2.500m2, en la que construyeron una nave de 1.000 metros. Todos los beneficios que ha generado la empresa han sido reinvertidos. La inauguración coincidió con la Feria de Hannover en Alemania, un escaparate que sirvió para desarrollar ideas y generar nuevas inquietudes e ilusiones.
ATP Y ADR, AL 50 POR CIENTO
La empresa fabrica cisternas alimentarias y químicas en acero inoxidable para diferentes clases de productos, prácticamente al 50 por 100. Desde hace cinco años construyen también contenedores-cisterna para intermodal.
El buen hacer de sus gerentes ha compensado el “bache económico”, la crisis: Desde 2008 a 2012 han tenido un ligero retroceso, pero compensaron la bajada del 20% en la producción con las ventas en el extranjero, en países como Alemania, Italia, Noruega, Francia, Finlandia, Polonia y Marruecos; sin embargo, ahora han concentrado sus ventas en España, debido al fuerte repunte del mercado.
EL MERCADO DE LAS CISTERNAS EN ACERO INOXIDABLE
En estos momentos, el mercado de cisternas en acero inoxidable lo lideran dos fabricantes, con Farcinox en segundo lugar, por cuestiones de producción. Entre éstos se reparten el 80% del “pastel”. Para el 20% restante, interviene un numeroso grupo de constructores.
Las compras, por parte de los transportistas van destinadas tanto a renovación como a ampliación del parque. Con la crisis, las cisternas de ADR sufrieron un brutal retroceso (más del 80%), ya que se dejó de invertir durante casi cinco años, por lo que gran parte del parque estaba bastante obsoleto.
TODO ES FABRICADO EN FARCINOX
La filosofía de Farcinox siempre ha sido la de fabricar todo lo necesario, excepto, lógicamente, neumáticos, ejes y suspensiones. Incluso la valvulería y los accesorios están diseñados y construidos en Farcinox.
EL FUTURO
Los gerentes de Farcinox lo tienen claro respecto a lo que deben hacer en un futuro a medio y largo plazo. Ellos creen que por el momento, se van a concentrar en el mercado español, para cumplir con sus clientes y adaptarse a sus necesidades, pero también pensando en el mercado exterior, lo que significa invertir más en la parcela comercial y en las homologaciones, y siempre con la filosofía de personalizar los vehículos, algo que ya conocen en los países donde han vendido sus cisternas; de hecho, han sido casi los únicos que han expuesto en ferias internacionales.
FARCINOX
Pol. Ind. Serycal – Avda. Julián Sáez, 7
13620 Pedro Muñoz (Ciudad Real)
926 58 71 04